El acoso escolar a menores ha pasado de ser un problema dentro del aula a estar en todas partes, debido al mal uso de las redes sociales, algo que cada día tenemos más normalizado.

El epicentro del acoso escolar hoy en día sigue siendo el propio centro, pero desde luego no es el único. Según ciertos estudios de la Fundación ANAR, el ciberbullying conforma ya un 18,1% de los casos de bullying, mientras que el acoso presencial conforma un 26,7% de los casos. Para evitarlo, es necesario tanto prevenirlo como combatirlo, y en esto, los espectadores tienen un papel esencial.

Ciertos expertos afirman que ha habido grandes avances en este tema, pero que es necesario seguir buscando soluciones, y una de las más importantes es promover la educación digital. La enorme mayoría del profesorado considera que el uso indebido de las redes sociales es el principal factor de riesgo para el acoso escolar.

Actualmente las tres plataformas digitales más utilizadas para la realización de acoso escolar son whatsapp, Instagram y tiktok. Realmente no hay ningún tipo de perfil de un acosador online. Cualquier menor con acceso a las redes sociales puede convertirse en un acosador o en cómplice, muchas veces sin ser siquiera totalmente conscientes.

Una de las principales razones por las que el acoso a través de la red se está haciendo más y más común, es que los acosadores se sienten impunes en ella. Por esto, es cada vez más necesario insistir en que esto no es así, que todo lo que hacen en la red queda registrado, y que sus actos pueden tener consecuencias muy graves. Otra de las principales razones es que, al no poder ver la reacción de la víctima, el acosador no es consciente de lo que provoca, por lo que no entra en juego la empatía del mismo. 

Ángela Sánchez Francés